CASO # 11 LA CHAMACADA GRAFICA (TODO SOBRE MI CADÁVER II)
27 de junio
Gráfica
En la sala 2 de la galería AP se expone la Obra de de Rodolfo Sousa, estudiante de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana, analiza las posibles variantes de una obra plástica mediante el empleo de medios visuales como son el dibujo, la fotografía, el video y las técnicas digitales, estas variables se expresan por medio de diferentes yuxtaposiciones que pretenden unir la reflexión y la autoconciencia a partir de un trabajo fotográfico a manera de autorretratos, combinado con elementos gráficos, religiosos e imaginarios. Rodolfo desarrolla un vocabulario visual con una creciente mitología religiosa, sin negar influencias y propuestas anteriores, escapa de la formalidad, pese a su corta edad, se pregunta sobre sí mismo. Su intención es crear un trabajo profesional que responda a las exigencias de calidad técnica, desarrollo temático y conceptual, que pueda inscribirse en la dinámica del arte actual mediante el empleo de nuevas tecnologías y que a su vez explore sus necesidades personales de expresión y comunicación. Sus obras aluden a sus restricciones, ideas, inquietudes, temores, y vacíos. Usa la metáfora del cadáver como un cuerpo dado a los gusanos para referirse a la propia existencia, hay un drama que no se oculta pero que en su obra aparece velado, disfrazado, negado por la formalidad visual, algunos títulos que acompañan sus trabajos nos dan pistas sobre ello: “algo sobre mí que soy yo sobre mí”, “algo sobre mí que me anula” o “algo sobre mí que me defiende pero no soy yo”. Estas obras disfrazan su timidez, denotan un Narcisismo que no alude directamente al joven de la mitología, sino, más bien al verbo griego narkao, que significa “ponerse tieso o entumecerse debido a parálisis, susto o frío” ya que él, en sus trabajos, aparece temeroso, golpeado, desprotegido, por eso el Narciso que Rodolfo representa no es el joven bello totalmente enamorado de sí mismo sino otro más tímido, que casi sin quererlo, con un espasmo de sensualidad e intimismo deja ver su rostro. Su personaje protagónico es él mismo, se muestra en sus propuestas constantemente solitario, oculto entre borrones, enjaulado, comido por gusanos, crucificado, flagelado, erotizado, desenfocado, para mostrar de manera trágica que el rostro y la máscara son idénticos y se han llegado a convertir en una misma piel ¿es así o es un ardid para confundirnos? “Al ser vulnerable, me vuelvo invencible” parece exclamar. Su obra se apoya en movimientos interiores contradictorios que se combaten para alcanzar una entidad total, su mundo se sostiene y se afirma en una sensualidad que se muestra de manera directa o bien se guarda tras elaboradas metáforas y es la ironía la encargada de develar una lucha de opuestos entre lo sagrado y lo profano, donde el elemento religioso judeo-cristiano sale a relucir. “Si el hombre está hecho a semejanza de Dios, o Dios a semejanza del hombre, ¿qué pasa con Dios cuando el hombre muere? Vaso vacío, el hombre. Agua derramada Dios”, parece decir desde lejos Jaime Sabines. Las propuestas de Rodolfo nos dejan ver a un joven que no se amilana ante el trabajo y la autoexploración, veremos que surge de esto.
Manuel Velásquez/Junio 2006
------------------------------------------------------------------------------
27 de junio
Gráfica
En la sala 2 de la galería AP se expone la Obra de de Rodolfo Sousa, estudiante de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana, analiza las posibles variantes de una obra plástica mediante el empleo de medios visuales como son el dibujo, la fotografía, el video y las técnicas digitales, estas variables se expresan por medio de diferentes yuxtaposiciones que pretenden unir la reflexión y la autoconciencia a partir de un trabajo fotográfico a manera de autorretratos, combinado con elementos gráficos, religiosos e imaginarios. Rodolfo desarrolla un vocabulario visual con una creciente mitología religiosa, sin negar influencias y propuestas anteriores, escapa de la formalidad, pese a su corta edad, se pregunta sobre sí mismo. Su intención es crear un trabajo profesional que responda a las exigencias de calidad técnica, desarrollo temático y conceptual, que pueda inscribirse en la dinámica del arte actual mediante el empleo de nuevas tecnologías y que a su vez explore sus necesidades personales de expresión y comunicación. Sus obras aluden a sus restricciones, ideas, inquietudes, temores, y vacíos. Usa la metáfora del cadáver como un cuerpo dado a los gusanos para referirse a la propia existencia, hay un drama que no se oculta pero que en su obra aparece velado, disfrazado, negado por la formalidad visual, algunos títulos que acompañan sus trabajos nos dan pistas sobre ello: “algo sobre mí que soy yo sobre mí”, “algo sobre mí que me anula” o “algo sobre mí que me defiende pero no soy yo”. Estas obras disfrazan su timidez, denotan un Narcisismo que no alude directamente al joven de la mitología, sino, más bien al verbo griego narkao, que significa “ponerse tieso o entumecerse debido a parálisis, susto o frío” ya que él, en sus trabajos, aparece temeroso, golpeado, desprotegido, por eso el Narciso que Rodolfo representa no es el joven bello totalmente enamorado de sí mismo sino otro más tímido, que casi sin quererlo, con un espasmo de sensualidad e intimismo deja ver su rostro. Su personaje protagónico es él mismo, se muestra en sus propuestas constantemente solitario, oculto entre borrones, enjaulado, comido por gusanos, crucificado, flagelado, erotizado, desenfocado, para mostrar de manera trágica que el rostro y la máscara son idénticos y se han llegado a convertir en una misma piel ¿es así o es un ardid para confundirnos? “Al ser vulnerable, me vuelvo invencible” parece exclamar. Su obra se apoya en movimientos interiores contradictorios que se combaten para alcanzar una entidad total, su mundo se sostiene y se afirma en una sensualidad que se muestra de manera directa o bien se guarda tras elaboradas metáforas y es la ironía la encargada de develar una lucha de opuestos entre lo sagrado y lo profano, donde el elemento religioso judeo-cristiano sale a relucir. “Si el hombre está hecho a semejanza de Dios, o Dios a semejanza del hombre, ¿qué pasa con Dios cuando el hombre muere? Vaso vacío, el hombre. Agua derramada Dios”, parece decir desde lejos Jaime Sabines. Las propuestas de Rodolfo nos dejan ver a un joven que no se amilana ante el trabajo y la autoexploración, veremos que surge de esto.
Manuel Velásquez/Junio 2006
------------------------------------------------------------------------------